Soledad Guilera


Soledad Guilera

Investigadora asociada del Centro de Evaluación de Políticas basadas en Evidencia (CEPE)



Cómo desarrollar una estrategia de resiliencia digital en la gestión urbana

Cuando pensamos acerca de cómo impactó el contexto de pandemia por COVID-19 en la  modernización de los gobiernos locales es importante reflexionar sobre una capacidad clave que las ciudades han de desarrollar y fortalecer: su resiliencia digital.

La resiliencia digital de las ciudades -desde la perspectiva del gobierno- se refiere a la capacidad de enfrentar un shock -como la pandemia del Coronavirus- con capacidades digitales sólidas que permitan la implementación de soluciones innovadoras en el menor tiempo posible para continuar brindando bienes y servicios a los ciudadanos aún cuando la presencialidad se vea temporalmente interrumpida o acotada. 

En este sentido, hemos visto cómo las capacidades de respuesta han sido muy diversas, tanto entre los niveles de gobierno, como dentro de una misma gestión. En un mismo gobierno existen áreas que ya venían haciendo inversiones y modernizando su infraestructura digital, y otras que quedaron rezagadas. Las instituciones públicas se han enfrentado a la necesidad de evaluar sus capacidades digitales e implementar soluciones innovadoras, evidenciado la importancia de acelerar su transformación digital.   

Así, observamos algunas tendencias que pueden trascender la coyuntura y dar forma a una gestión más inteligente de las ciudades en la pospandemia. En primer lugar, la crisis de covid-19 ha sido un acelerador inesperado de la digitalización de los servicios públicos. El cambio obligatorio en los procedimientos de la administración pública, junto con la implementación de trámites a distancia, pone de manifiesto la importancia de planificar y fortalecer las capacidades digitales de los gobiernos. Desde programas de capacitación para el personal hasta inversión en infraestructura, junto con reingeniería de procesos y la integración de sistemas, es importante que los gobiernos prioricen estas iniciativas a futuro.

En segundo lugar, la gestión de la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de implementar análisis estadísticos y gestión de datos públicos con herramientas más robustas y sofisticadas. La toma de decisiones basada en evidencia es y será cada vez más necesaria para dar respuestas efectivas y a tiempo. Aplanar la curva de contagios es un ejemplo de cómo los datos, en un principio, nos permitieron generar consenso sobre las medidas a tomar. A su vez, la evaluación de las políticas públicas y los programas con impacto social a partir de evidencia rigurosa permite distinguir qué funciona y qué no, y por qué, y calibrar así las iniciativas implementadas. Este es un aspecto central para el desarrollo de políticas públicas más efectivas en un contexto de recursos limitados, donde resulta vital cuidar el aporte de los contribuyentes.

En tercer lugar, la gobernanza de datos deberá ser una prioridad para garantizar el valor público de los datos y el control democrático de la información personal. Con las iniciativas basadas en la aplicación de tecnologías para el autodiagnóstico de las personas, el rastreo de contactos, el análisis de flujos de movimiento, surgieron una serie de interrogantes respecto de la privacidad y la protección de datos personales. Por ejemplo, ¿qué tan privado y público es volcar los datos en el celular? ¿Quién es el responsable de proteger nuestros datos personales? ¿Quién es el propietario de los datos? ¿Cómo esperamos que funcione el seguimiento digital en la vida pospandemia?

Finalmente, las políticas asociadas a cerrar la brecha digital deberán convertirse en una prioridad. Esta pandemia desnudó la realidad entre quienes tienen acceso a las tecnologías de comunicación y habilidades para usarlas y quienes no. No todos pudieron hacer la conversión a los modos remotos de operar y las desigualdades se intensifican. Es imperioso priorizar este tema para fortalecer las capacidades de nuestras sociedades.

En definitiva ¿qué pueden hacer los gobiernos para desarrollar su resiliencia digital? Existen al menos, cinco 5 lineamientos relevantes para desarrollar una estrategia de resiliencia digital en la gestión urbana:

  1. 1) Inversión en infraestructura digital: conectividad, servicios informáticos en la nube y equipamiento para fortalecer la gestión a distancia
  2. 2) Reingeniería de procesos e integración de sistemas
  3. 3) Integración e interoperabilidad de datos administrativos
  4. 4) Desarrollo de capacidades para la implementación de iniciativas tecnológicas y estrategias de ciberseguridad que salvaguarden el mayor activo del SXXI: la información
  5. 5) Programas de capacitación para desarrollar habilidades digitales entre los empleados de la administración pública y como bienes públicos para la población que gobiernan

Aquellas gobiernos que incorporen estos lineamientos en sus planes de desarrollo digital estarán en mejores condiciones de enfrentar el próximo shock. La próxima pandemia.

 

Gobierno abierto e inteligente
Octubre 2021