En San Isidro trabajamos desde el presente con una mirada puesta en el futuro anticipando escenarios. Esta práctica es la que nos ha permitido enfrentar de mejor manera situaciones tales como la inseguridad, la adecuación de las ciudades al nuevo régimen de lluvias evitando inundaciones, así como afrontar esta pandemia mejor preparados merced a un sistema de salud municipal robusto que nos permitió absorber la demanda de más de 300 mil habitantes.

Hemos estado siempre del lado del vecino asumiendo las responsabilidades que otros niveles de gobierno fueron abandonando. Hicimos valer desde los hechos las autonomías municipales con un Estado que acompaña cada una de las etapas de la vida. Promovemos la generación polos públicos y privados que facilitan que los vecinos se autoabastezcan sin necesidad de salir del Partido, brindando servicios también a gente de otras zonas que se ven atraídos a San Isidro por su nivel de excelencia.

Creemos en la intervención estatal generadora de oportunidades. Facilitar la creación de trabajo y acercar la formación educativa y profesional con un anclaje en los empleos de este siglo. Tenemos uno de los municipios más desarrollados del país y queremos seguir mejorando. Nuestra agenda es clara y la mantenemos adaptándola a los nuevos desafíos. El respeto por la ecología, con cada vez más espacios verdes y espacios públicos amigables, profundizando la cultura del reciclaje y la reutilización de residuos para achicar el volumen de generación de basura; en la concreción de proyectos de triple impacto que permiten resultados en el plano ecológico, económico y social; en la inclusión e integración de todos los vecinos; en el desarrollo de oportunidades de trabajo mediante empresas limpias y del conocimiento; en la capacitación y formación permanente de los recursos humanos; en la movilidad alternativa para hacer la ciudad más amigable; en el buen vivir que implica el deporte, la salud, la cultura; en servicios innovadores; en la digitalización de trámites y la transparencia de los hechos de gobierno.

San Isidro es diverso, resulta un desafío el respetar las características de cada localidad buscando ese equilibrio de tradición y modernidad que tanto nos caracteriza pensando siempre también en las próximas generaciones puesto que intervención pública debe tener ese compromiso intergeneracional.

Anticipar escenarios, fijar objetivos de largo alcance, convocar a las instituciones profesionales y organizaciones de la sociedad civil para que se sumen a la concreción de los mismos, realizar desde el Estado el contralor de gestión y volver a marcar nuevos objetivos. No puede haber lugar para el conformismo porque es mucho lo que hay que hacer y ante cada logro ya está planteado el próximo paso. En definitiva a San Isidro, como también pretendemos para el país, lo hacemos juntos.