La primera lección que nos ha dejado la crisis del COVID-19 es que la realidad en la que vivíamos no era normal. La inseguridad vial, la contaminación, la desigualdad al acceso y servicios, las saturaciones por tráfico, entre otras muchas cosas en la materia, eran tomadas como normales.

Es fundamental tener claro que se debe hablar de una nueva realidad porque de lo contrario vamos a regresar a los mismos errores. Esta crisis nos da la oportunidad de construir algo distinto, de crear una nueva realidad que sea incluyente para todas y todos.  

La movilidad de resiliencia es hoy la nueva respuesta para nuestras ciudades. Una movilidad que resista cualquier tipo de emergencia, que se reponga a cualquier tipo de adversidad y que se sostenga ante las dificultades económicas que vienen. Lo resiliente hoy se tiene que convertir en uno de los principales componentes de la movilidad.

Ya se ha demostrado que lo sustentable es compañero de lo resiliente. Se deben construir calles con diferentes tipos de espacios para todas las personas, donde haya control en el manejo de velocidades que permita que la gente camine, ande en bicicleta, que pueda usar coche, incluso en la zonas centros que son las más complejas de acceso por el tamaño de sus calles. 

Por todo lo anterior y para poder construir una nueva realidad, éstas son las 5 máximas de la movilidad post COVID19:

1. Menos autos: si los gobiernos no toman las medidas para poder disminuir el uso del coche, vamos a pagar las consecuencias.    

2. Más espacio público para modos sustentables: la gran oportunidad de construir espacios para todas y todos (mujeres, niños, personas con discapacidad, personas vulnerables, adultos mayores y para todas aquellos que no tienen coche que son la gran mayoría de las población).   

3. Apoyo decidido y monetario al transporte público: de no tener el presupuesto para solventar y enfrentar la movilidad vamos a estar hablando  de un colapso de la ciudad sin precedentes.La columna vertebral de la movilidad son los transportes masivos y, de no invertir en ellos, vamos a tener serios problemas en todos los índices de desarrollo.   

4. Plataformas digitales: durante la pandemia han demostrado que  ayudan a la reserva de lugares y al pago de bienes y servicios, y se han vuelto fundamentales para mantener una sana distancia.  

5. Teletrabajo: una manera fundamental para poder enfrentar una crisis de este tamaño y de lo que venga, la crisis nos ayudó a dar un salto cuántico a cosas que no nos estábamos atreviendo a hacer. 

Esta pandemia nos está demostrando que puede haber un futuro con una movilidad de resiliencia que nos de acceso a derechos y servicios que se han negado a tantos durante mucho tiempo, generado por las desigualdades de las ciudades. Además, es dar un acceso al bienestar, a través de redes inteligentes de transporte público, multimodal y sustentable, permitiendo el acceso a las calles. Estas cuestiones son esenciales para construir igualdad y justicia y para generar una verdadera inclusión.

Laura Ballesteros Mancilla es Senadora Suplente del Congreso Mexicano. Fue Subsecretaria de Planeación en la Secretaría de Movilidad del Distrito Federal, desde donde implementó la Ley de Movilidad, con impacto en la seguridad vial de la Ciudad de México.