La pandemia plantea desafíos para las centros urbanos de alta densidad. Mientras la ciencia desarrolla una vacuna, la mejor prevención es el distanciamiento social. Por eso, en Buenos Aires y otras ciudades del mundo impulsamos transformaciones ante una emergencia sin precedentes.

Una primera medida es el transporte público seguro. Intensificamos la higiene y el tapabocas es obligatorio, controlando que sólo viajen personas sentadas y con permiso. Los asientos son prioritarios para los trabajadores esenciales y quienes recorren distancias más largas.

En los centros de trasbordo, paradas y estaciones marcamos la distancia que hay que  respetar hasta que llega el próximo subte, tren o colectivo.

Antes del aislamiento, el 46% de los viajes en la Ciudad era por trabajo. Cada actividad que se reactiva es una mayor demanda de movilidad. Muchas industrias y organizaciones estamos incorporando el teletrabajo y el escalonamiento de ingresos para aplanar las horas pico. Esta tendencia, al igual que la educación a distancia, ya estaba en marcha y se aceleró con la pandemia, convirtiéndose en una segunda estrategia a nivel global.

El concepto de "aplanar la curva" surge de la medicina, pero también podemos pensarlo  para el transporte. Evitando picos de congestión e impulsando viajes seguros con políticas activas de movilidad estamos contribuyendo a la política sanitaria.

Una tercera medida es impulsar la movilidad activa, en bici o caminando. En la Ciudad,  cerca del 40% de los viajes son distancias cortas, de entre 1 y 5 kilómetros. Con 250 km de ciclovías y otras iniciativas, venimos impulsando la bici desde hace una década y tenemos  el potencial para triplicar los 300.000 viajes diarios que se registran actualmente.

La transformación del espacio público es otra estrategia. En avenidas y zonas comerciales  ampliamos las veredas para que los vecinos caminen seguros y marcamos los espacios para hacer la fila. Estas acciones las implementamos, además, en barrios populares y ferias  barriales.

Otra tendencia que se aceleró con la pandemia es la explosión del comercio electrónico y  el reparto a domicilio, lo que abre nuevas redes de logística y un nuevo desafío para la movilidad.

El objetivo es encontrar una nueva fórmula de convivencia en nuestras ciudades, para seguir moviéndonos y disfrutando de la vida urbana en forma sustentable, en la que cada decisión que tomamos a la hora de viajar cuenta.